Un paciente de cáncer de 64 años, llamado Bert Eastham, sufrió la pérdida de su nariz por lo que se vio obligado a utilizar una prótesis pero, ante la recurrente caída de la misma, decidió que la mejor manera de no perderla sería poniéndole un imán y pegándola en la heladera.
El británico fue diagnosticado con cáncer nasal en 2009 cuando comenzaron a notar crecimientos anormales en su rostro y el tratamiento para curarlo (que le salvó la vida) terminó destruyendo su órgano olfativo.
Es por eso que Eastham tuvo que comenzar a usar una prótesis, pero ante las recurrentes pérdidas de la misma ideó un plan para no sufrir más la caída de su falsa nariz.
Al hombre se le ocurrió que lo mejor que podía hacer para encontrarla siempre que la necesite era pegarle un imán y dejarla en el refrigerador.
"Mi nueva nariz me ha dado una nueva oportunidad en la vida, pero estaba muy preocupado de perderla porque cuando la conseguí yo solía usarla hasta en la cama, pero una noche se cayó y aterrizó en una de mis zapatillas, cuando me levanté en medio de la noche, me encontraba sin la nariz. Me llevé el susto de mi vida" explicó.
Bert añadió que "Fue entonces cuando pensé en los imanes de nevera de la cocina, supuse que si se pegaba a mi cara también podía pegarla allí también".
Este particular personaje contó que suele sacarse la nueva prótesis cuando cocina o en ocasiones en las que teme que se le pueda caer en algún lado.
En Gran Bretaña lo llaman el nuevo Michael Jackson.
Es por eso que Eastham tuvo que comenzar a usar una prótesis, pero ante las recurrentes pérdidas de la misma ideó un plan para no sufrir más la caída de su falsa nariz.
Al hombre se le ocurrió que lo mejor que podía hacer para encontrarla siempre que la necesite era pegarle un imán y dejarla en el refrigerador.
"Mi nueva nariz me ha dado una nueva oportunidad en la vida, pero estaba muy preocupado de perderla porque cuando la conseguí yo solía usarla hasta en la cama, pero una noche se cayó y aterrizó en una de mis zapatillas, cuando me levanté en medio de la noche, me encontraba sin la nariz. Me llevé el susto de mi vida" explicó.
Bert añadió que "Fue entonces cuando pensé en los imanes de nevera de la cocina, supuse que si se pegaba a mi cara también podía pegarla allí también".
Este particular personaje contó que suele sacarse la nueva prótesis cuando cocina o en ocasiones en las que teme que se le pueda caer en algún lado.
En Gran Bretaña lo llaman el nuevo Michael Jackson.
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